Minha Casa, Minha Vida: el modelo brasileño para la crisis inmobiliaria en Portugal

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Los empresarios del sector de la construcción en Portugal quieren beber de la fuente de un programa adoptado en Brasil que ha ayudado a reducir el déficit de vivienda entre las familias de bajos ingresos. El director de Overseas Developer, Nuno Coelho, afirma que una de las formas más viables para que el Gobierno portugués permita a los ciudadanos que actualmente se encuentran al margen del mercado inmobiliario hacer realidad su sueño de ser propietario de una casa propia es mediante la adopción de un modelo similar al de mi hogar, mi vidalanzado al otro lado del Atlántico en 2008. “Sería una muy buena opción para Portugal. Es necesario construir propiedades más populares, con menores costos, que puedan ser compradas por la mayoría de la gente”, afirma.

Tal como funciona hoy, Minha Casa, Minha Vida atiende a familias con ingresos mensuales de hasta 8.000 reales, lo que corresponde a 1.300 euros, prácticamente el salario medio en Portugal. Hay tres pistas en el programa. En el primero se atiende a brasileños que ganan hasta dos salarios mínimos (R$ 2.824 o 471 euros). En estos casos, el valor total del inmueble lo paga el Tesoro Nacional.

En el segundo rango, las familias deben tener unos ingresos mensuales de entre 2.800 y 4.700 reales (475 y 783 euros), y una parte de la empresa debe recibir ayudas del gobierno. En el tercero, los ingresos familiares deben variar entre R$ 4.700 y R$ 8.000 (783 y 1.300 euros). “Ese enfoque realmente nos permite atender al público objetivo del programa”, destaca Coelho.

También destaca que programas como Minha Casa, Minha Vida son más eficaces que el adoptado recientemente por Portugal, que exime de impuestos a los jóvenes hasta 35 años incidencias en la compra de inmuebles. En su opinión, como los precios de las casas y apartamentos en territorio portugués han aumentado a un ritmo impresionante, sólo los jóvenes de familias de clases más ricas podrán tener una propiedad propia. “Incluso con ahorros que pueden llegar a 14.600 euros (87.600 reales), con el impago de impuestos, los jóvenes con menores ingresos seguirán alejados del mercado”, destaca.

Para José Carlos Martins, presidente del Consejo Consultivo de Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción Civil (CBIC)No hay duda de que a Portugal le iría muy bien si adoptara un programa similar al de Brasil. “El éxito de Minha Casa, Minha Vida, que hoy representa más del 50% del mercado inmobiliario brasileño, se debe a dos factores: el primero, que tiene recursos garantizados para la construcción, que provienen del FGTS (Fiduciaria Garantizar). Fondo de Tiempo de Servicio). En segundo lugar, el gobierno dispuso un recorte de los ingresos familiares. “No hay dispersión en el programa. Todo está apuntado”, refuerza.

Crisis inmobiliaria

La misma valoración hace el presidente ejecutivo de la CBIC, Renato Correia. “La definición de las fuentes de financiación y del público objetivo da coherencia a Minha Casa, Minha Vida”, afirma. Según él, un modelo similar al programa brasileño sería un instrumento importante para que Portugal afronte la crisis crisis inmobiliaria actual. “No conozco en profundidad el mercado de la construcción portugués, pero creo que Portugal podría tener en cuenta algo como Minha Casa, Minha Vida”, destaca. Es una forma de dar acceso a los jóvenes a su primera propiedad.

Portugal, en opinión de los empresarios, podría utilizar los fondos ofrecidos por la Unión Europea para subvencionar las propiedades de la Minha Casa portuguesa, Minha Vida. Como la renta media del país es muy inferior a la de los socios más ricos de la Zona Euro, no sería complicado para el Gobierno definir qué familias tendrían acceso al programa de vivienda popular.

Otro factor que podría viabilizar proyectos en este sentido, en opinión de Nuno Coelho, sería la reducción del IVA (Impuesto al Valor Añadido) sobre las nuevas propiedades, en un 23%. “El camino a seguir sería equiparar el IVA de las propiedades populares al 6% que se cobra en las promociones revitalizadas”, indica. “Esto aumentaría el interés de las empresas constructoras en el programa”, añade.

Revitalización

Gran parte de la revitalización de áreas centrales en ciudades como Lisboa y Oporto fue el resultado de estos incentivos. El problema es que el Las propiedades recuperadas acabaron transformándose, en gran parte, en alojamientos localeses decir, no estaban destinados a vivienda. “Nuevamente: para que funcionen, programas como Minha Casa, Minha Vida necesitan tener un enfoque”, subraya Martins.

Agrega que ha viajado por el mundo estudiando programas de vivienda y no ha visto nada parecido al programa brasileño. “Así como Minha Casa y Minha Vida pueden convertirse en un parámetro para Portugal, el modelo adoptado por los portugueses para la revitalización de los centros urbanos nos interesa mucho”, afirma.

Recientemente, el Primer Ministro de Portugal, Luís Montenegroanunció que el Gobierno duplicará el número de casas y departamentos que se construirán en el país a través del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR). En lugar de 26.000 unidades en 2026, habrá 59.000 en 2030. Hay ansiedad entre la población portuguesa por la falta de vivienda. Muchos portugueses fueron expulsados ​​de los grandes centros porque no podían comprar propiedades y mucho menos alquilarlas. En Lisboa, por ejemplo, los precios de los alquileres se han vuelto prohibitivos.

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